Normalmente, la médula ósea produce células madre sanguíneas (células
inmaduras) que, con el tiempo, se vuelven células sanguíneas maduras.
Una célula madre sanguínea se puede volver una célula madre mieloide o una célula madre linfoide.
La célula madre mieloide se transforma en una de los tres tipos siguientes de células sanguíneas maduras:
- Glóbulos rojos, que transportan oxígeno y otras sustancias a todos los tejidos del cuerpo.
- Plaquetas, que forman coágulos de sangre para interrumpir el sangrado.
- Granulocitos (glóbulos blancos), que combaten la infección y la enfermedad.
Una célula madre linfoide se transforma en un linfoblasto y, luego, en uno de los tres tipos siguientes de linfocitos (glóbulos blancos):
- Linfocitos B, que producen anticuerpos para ayudar a combatir las infecciones.
- Linfocitos T, que ayudan a los linfocitos B a fabricar los anticuerpos que combaten las infecciones.
- Linfocitos citolíticos naturales que atacan las células cancerosas y los virus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario